Con
motivo del Día Mundial de Oración y Acción por los Niños, las Niñas y
los jóvenes del mundo, que se celebra mañana 20 de noviembre, el Rector
Mayor de la Congregación Salesiana invita a todas las comunidades
salesianas del mundo a que redoblen sus esfuerzos para promover y
proteger el derecho a la inscripción de nacimiento de todos los niños,
las niñas y los jóvenes en el mundo
Queridos
hermanos y queridas hermanas, salesianos, salesianas, miembros de la
Familia Salesiana, jóvenes comprometidos en el voluntariado,
El próximo
20 de noviembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la
Infancia, aniversario de la adopción de la Convención de la ONU sobre
los Derechos de la Infancia y Adolescencia (CRC) de 1989. Desde 2009, el
20 de noviembre es también una oportunidad para celebrar el Día Mundial
de Oración y Acción por los Niños, las Niñas y los Jóvenes del mundo.
Tanto en
2010 como en 2011 os envié a todos un mensaje de adhesión a esta gran
iniciativa interreligiosa, promovido por la Red Global de Religiones a
favor de la Infancia (GNRC) con el apoyo de Arigatou International,
afirmando que sólo si los líderes religiosos y todos nosotros sabremos
unir nuestros esfuerzos se podrá dar una respuesta adecuada a las
dramáticas y masivas violaciones de la dignidad y los derechos
fundamentales de los niños, niñas y jóvenes en el mundo.
Este año,
con ocasión del 20 de noviembre, quiero hacer un llamamiento a la
oración y la acción: "Para una promoción universal del derecho al
registro de nacimiento como medio de lucha contra la pobreza y la
prevención de la violencia contra los niños: nunca más niños y niñas
"inexistentes".
50 millones
de niños en el mundo es como si no existieran porque su nacimiento no
se registra en ninguna parte. No pueden documentar su nombre, su
nacionalidad, su edad. Las consecuencias de esta omisión son muy graves:
la exclusión escolar, la no atención sanitaria, el tráfico de menores,
la explotación del trabajo infantil, los matrimonios precoces y el
reclutamiento forzado. El certificado de nacimiento permite a una
persona convertirse en ciudadano, proporciona la protección y el respeto
de los derechos fundamentales. Adultos sin un certificado de nacimiento
no podrán nunca obtener legalmente un pasaporte, viajar, casarse,
acceder a la educación, formación, asistencia sanitaria, adquirir una
propiedad, heredar, tener un trabajo formal.
A medida
que se acerca el bicentenario del nacimiento de nuestro santo, para
nosotros, la Familia Salesiana, es necesario recorrer a fondo el camino
tras las huellas de Don Bosco, padre y maestro de la juventud. Es una
maravillosa herencia que la Familia Salesiana tiene en sus manos: 15
millones de niños y niñas en 133 países de todo el mundo. Lo reconocemos
con humildad, pero también con conciencia. Como Don Bosco en su tiempo,
tenemos que ser los protagonistas de su salvación.
Con la
esperanza de que las comunidades salesianas sean capaces de promover
alianzas intensas para unirse con otros hombres y mujeres de fe y ser
una fuerza impulsora en la creación de una nueva cultura de promoción y
protección de los derechos humanos "sin distinción alguna y con
independencia de cualquier consideración de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de otra índole del niño o de sus padres o
representantes legales, de su origen nacional, étnico o social, de su
situación financiera, su discapacidad, nacimiento o cualquier otra
condición "(artículo 2 de la Convención de la ONU sobre los Derechos del
Niño).
D. Pascual Chávez V.
Rector Mayor
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